Buscando llegar a nuestro peso
Las sopas suelen ser un alternativa que está presenta en la mayoría de los planes de adelgazamiento, tanto como una comida, una colación o un complemento del plato.
Las sopas son alimentos con su mayoría de contenido de agua, algunas vitaminas y minerales si se preparan en forma casera en nuestra casa, por el agregado de verduras. No hay que hervir demasiado las verduras ya que provoca que se pierdan muchas de sus propiedades nutritivas. Generalmente se la consume caliente. Actualmente hay una gran gama de ofertas de sopas deshidratadas que pueden comprarse en los supermercados y prepararse incluso en una taza, siendo prácticas y una alternativa rápida para alimentarnos. Hay que tener cuidados que algunas marcas ofrecer productos con una elevada cantidad de sal, debiéndose evitar en personas hipertensas.
Las sopas son un buen acompañamiento previo del almuerzo o la cena, ya que nos provoca saciedad, llevando a que nuestro segundo plato sea de menor tamaño, contribuyendo a mantener nuestro peso ideal. Estamos cambiando una parte de una comida con muchas calorías por una porción de sopa que aporta muy baja energía. Este es el motivo por el cual no puede ser el único alimento a consumir diariamente.
También puede ser beneficioso consumirla como una colación entre comidas, calmando nuestro apetito y nuestras ganas de comer.
Mientras no tomemos sólo sopas a lo largo del día podremos estar tranquilos que no afectará nuestra salud, porque aporta pocos nutrientes energéticos para nuestras actividades del organismo.
Una o dos tazas diarias, o platos asegura un aporte importante de líquidos para nuestro cuerpo, favoreciendo la excreción de sustancias de desechos tóxicas y evitando deshidratarnos. ¡La sopa puede ser nuestra aliada para adelgazar!