Desde que el ser humano está obsesionado con controlar su peso y busca de forma desesperada aquellas fórmulas mágicas que le ayuden no solo a adelgazar, sino a no engordar mucho más, las supuestas soluciones mágicas han aparecido por todas partes, aunque muy pocas han dado verdadero resultado. Sin embargo, todavía hay sustancias que genera nuestro propio cuerpo, y que se pueden aprovechar para controlar nuestro peso y no subir demasiado.
Estamos hablando de la leptina, una proteína que se suele producir en el tejido adiposo y está muy relacionada con el control del peso, la saciedad y la sensación de hambre. Es algo totalmente natural que, conociendo sus funciones, puede ayudarnos mucho a la hora de controlar nuestro peso y la ingesta de alimentos. Se trata de subir los niveles de leptina en nuestro organismo, aunque siempre de manera controlada, para reducir así la sensación de hambre y hacer que nuestro metabolismo se adapte mejor a la saciedad.
Por ejemplo, las dietas estrictas o dietas milagro producir una sensación de saciedad muy pobre, y normalmente nos dan mucha hambre. Los niveles de leptina bajan en nuestro organismo, ayudando a esas funciones, por lo que este tipo de dietas, aunque puedan parecer estupendas para bajar de peso, a la larga no sirven de mucho, por el ya conocido efecto rebote, que también está relacionado en parte con esta proteína. Igualmente, el estrés y el ejercicio físico extenuante también hacen bajar los niveles.
¿Cómo conseguir entonces que la leptina nos ayude a controlar nuestro peso? De la forma que siempre recomendamos, con dietas equilibradas que nos sacien con alimentos sanos y saludables, ejercicio físico pero sin llegar a extremos peligrosos, evitando el sedentarismo, eso sí. De esta forma conseguiremos que los niveles de leptina en nuestro organismo sean óptimos para que la propia proteína nos ayude a mantener nuestro peso corporal o a reducirlo, si es lo que deseamos.
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