Es momento de cocinar y tenemos que elegir que elementos utilizar. No es necesario descartar ningún ingrediente pero las verduras no pueden faltar.
Hay una gran variedad de verduras, con distintas colores, sabores y texturas. Aprender a utilizarlas bien en la preparación de comidas es importante para contribuir a su mayor aprovechamiento nutricional. Es preferible comerlas crudas, en tal caso, las que lo permiten podrían comerse sin cáscara. Sobre este aspecto no hay una posición única: algunos recomiendan el consumo de la cáscara por la gran cantidad de fibra alimenticia que aporta, pero los detractores opinan que es el lugar donde se concentran en gran cantidad los productos químicos utilizados en su cultivo, como fertilizantes y herbicidas. También influye el consumo de cáscara el tipo de verdura que sea, los gustos y las costumbres personales.
Si se deciden comer cocidas no hay que cocinarlas demasiado, ya que van perdiendo las vitaminas y minerales que aportan. En este sentido, es mejor incluirlas lo más tarde posible cuando se está cocinando la preparación. Se pueden consumir a la plancha, hervidas, al horno, salteadas o de la forma que prefieras.
Hay que utilizar la mayor variedad de verduras a lo largo de la semana, de forma que nos acostumbremos a consumirlas en muchas preparaciones. Con dos o tres variedades de verduras por comida es más que suficiente, no olvidemos que muchas veces utilizamos una porción de cada verdura y no grandes cantidades de cada una. El consumo de forma individualizada permite valorar cada sabor de forma auténtica, permitiendo que no tengan que combinarse con otros alimentos especiales para su consumo.
Es importante jugar con los colores que aportan las diferentes verduras, pudiendo a ser muy coloridas, lo que permite aumentar la vistosidad del plato, potencia las ganas de comer y saborear la preparación. Los niños pequeños pueden tener más atracción en comer verduras por sus colores que por el sabor que brindan.
Un plato de comida con verduras abundantes garantiza que proveerá todos los nutrientes necesarios para una buena salud aportando un nivel adecuado de calorías. Cuanto mayor consumo de verduras, por su bajo aporte energético estaremos contribuyendo a bajar de peso.
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