Porqué no funcionan las dietas milagro

Si has pensado alguna vez en hacer dieta para rebajar algunos kilos o porque realmente lo necesitas ya que tu peso ideal queda lejos de tu peso real, te habrás encontrado con un número enorme y casi infinito de dietas que prometen perder muchos kilos en poco tiempo y casi sin esfuerzo. Las célebres «dietas milagro» han estado ahí siempre, como supuesta solución rápida al problema del peso, y muchos han picado en este tipo de engaños, pensando que sería su salvación.

Pero como ya habréis podido imaginar, este tipo de dietas milagrosas, que excluyen ciertos alimentos de nuestra alimentación y que nos prometen rebajar varios kilos por semana, no son más que engaños peligrosos para nuestro cuerpo. Es cierto que algunas personas han conseguido bajar de peso rápidamente con ellas, pero lo que no se suele contar es el periodo posterior, cuando «dejamos» la dieta y volvemos a una alimentación normal, y como el cuerpo recupera rápidamente todo lo perdido. Es el temido efecto rebote. ¿Porqué se produce esto?

Pues por el simple hecho de que la mayoría de estas dietas milagrosas buscan simplemente bajar de peso lo más rápido posible, y son cortoplacistas, es decir, no tienen en cuenta el futuro, solo sirven para bajar de peso de aquí a un mes o a un periodo corto de tiempo. Lo consiguen excluyendo de la alimentación muchos productos necesarios, y sobre todo, hidratos de carbono, una sustancia esencial para nuestro organismo y para el cerebro, que nos hace funcionar. Sin hidratos seguramente perdamos peso, pero no solo eso, sino también energía, y a la larga, podemos sufrir enfermedades importantes y daños muy graves.

Al excluir estos alimentos, el cuerpo que sigue necesitando energía echa mano de las reservas que tiene, y por eso bajamos de peso. Pero luego, cuando terminamos con la dieta, puesto que es imposible alimentarse así de por vida, el desequilibrio provocado en el organismo hace que seamos una bomba de relojería, y que necesitemos de nuevo esa energía para funcionar, por lo que usualmente se recupera el peso perdido en poco tiempo.

Y todo por no seguir una dieta normal, saludable y equilibrada, que nos hace perder peso de la misma forma, aunque más a la larga, pero que podremos mantener de por vida. Con una dieta sana podemos perder entre 0,5 y 1 kilo a la semana, y podremos comer cualquier alimento, aunque siempre en su justa medida, sin abusar de nada. Esa es la clave para perder peso sin recurrir a las engañosas dietas milagro, que como ya sabéis, de poco sirven a la larga.

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