Muchas personas toman el cambio de año como un cambio de ciclo en sus propias vidas, y ven el año nuevo como el mejor momento para dejar atrás los malos hábitos y adquirir otros mejores, buscando dejar de fumar, hacer dieta, hacer más ejercicio, etc… Son los típicos propósitos que se suelen hacer en estas fechas, pero que en muchos casos quedan en agua de borrajas. Y no ya porque haya gente que se olvide directamente de ellos y no se esfuerce en llevarlos a cabo, sino porque conllevan un sacrificio que a veces es complicado de asumir, aun poniendo mucho de nuestra parte.
Si de verdad queremos cambiar estos malos hábitos, sobre todo los relacionados con el tema del peso, la dieta y el ejercicio, lo primero que tenemos que hacer es concienciarnos de que no va a ser fácil. Nos va a costar mucho esfuerzo y sacrificio, pero debemos ser fuertes y conscientes de que los beneficios van a valer la pena. En este sentido, viene bien no ponernos unos objetivos demasiado altos que sabemos que son muy complicados de conseguir. Lo más probable es que no los logremos y eso solo nos cause más frustración, hasta el punto de dejar nuestros esfuerzos.
Por eso es mejor ir despacio pero ser constantes que intentar hacer unos grandes esfuerzos para luego estar varios días sin hacer nada. Sobre todo en el tema del ejercicio y la dieta, conviene empezar de menos a más, primero con algo ligero que podamos hacer fácilmente, e ir subiendo el ritmo conforme nuestra forma vaya mejorando. Y con la comida igual, no podemos dejar de comer de golpe, tenemos que habituarnos a una dieta sana, pero poco a poco, hasta que ya no necesitemos comer la mismo que antes. Siguiendo estos sencillos trucos será mucho más fácil conseguir estos propósitos de nuevo año.
