Las
La manzana puede integrarse a una ensalada de frutas, a tartas, postres o consumirse directamente.
Existen múltiples variedades de manzana, que tendrán distinta textura interna, color y sabor. La manzana ofrece una gran cantidad de vitaminas, minerales y oligoelementos, con el aporte máximo de 80 calorías por unidad. Lo que dispone como un alimento ideal para ser consumido entre las comidas, para evitar largas horas de ayuna.
El poder comerla con cáscara facilita su traslado y el consumo en cualquier lugar, no requiriendo ninguna preparación especial, solamente su lavado previo o en ese momento para evitar consumir un alimento contaminado. Esta característica facilita el consumo de frutas en cualquier lugar en que nos encontremos, incluso podemos comprar en un comercio o restaurante una unidad de la misma.
Las largas jornadas de ayuno en lugar de favorecer para bajar de peso, hace que el cuerpo active un sistema de ahorro, haciendo que en la próxima comida se obtenga la máxima cantidad de nutrientes como preparación para futuros periodos de ayuno de alimentos. Este funcionamiento bien instintivo y automático sólo puede evitarse, consumiendo una colación cada 3 o 4 horas, que puede lograrse con el consumo de una manzana.
La manzana también aporta una cantidad importante de fibra alimenticia, como hemos analizado en Gorda, favorece el tránsito intestinal, haciendo más efectiva la eliminación de productos de desechos potencialmente tóxicos y una menor absorción de nutrientes, aspectos que favorecen un mejor estado de salud y un adelgazamiento saludable.
En la dieta de los niños la inclusión de frutas no es fácil, pero debemos acostumbrarlos a incluir una manzana a lo largo del día, luego será más fácil incluir otro tipo de frutas. Cuando asisten a la escuela le podemos dar una manzana para que coman, en lugar de otro alimento chatarra.