¿Quien dijo que las personas que quieren bajar de piso no pueden comer
Para crear una pizza saludable, lo primero que debemos hacer es crear nosotros mismos una masa orgánica con harina, agua y sal, sin pasarnos demasiado con esta último, para que la base sea perfecta. Una vez tengamos nuestra base preparada, existen dos ingredientes que no pueden faltar en toda buena pizza que se precie: el queso y el tomate. En cuanto al primero, podemos optar por las versiones light de los quesos, para ahorrar calorías y no sabor. El tomate puede ser de bote, o incluso natural, orgánico, rayándolo nosotros mismos y untando toda la base con él para crear una pizza todavía más sana si cabe.
Es el momento de decidir los ingredientes que darán «sabor» a la pizza. Puesto que estamos buscando que sea saludable, podemos optar por vegetales como la cebolla, el pimiento o los champiñones. Si nos gusta el pescado, el atún puede ser una opción magnífica para aderezar nuestra pizza. Y si no soportamos la idea de que nuestra pizza no lleve algo de carne, siempre podemos colocar algo de pavo por encima, trozos de pechuga de pollo a la plancha o jamon de york, carne relativamente sana en comparación con los embutidos como el chorizo o el salchichón, por ejemplo.
De esta forma, nuestro antojo de comer pizza se verá saciado y no tendremos que preocuparnos tanto por las consecuencias para nuestra dieta, ya que hemos elaborado un plato saludable.
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