Estas de vacaciones y tienes mucho más tiempo libre, ya sea para descansar en casa o para pasear por el sitio donde hayas ido a veranear. Es media mañana, hace tiempo que desayunaste pero todavía no es la hora de almorzar. Aun así, tu estómago parece decidido a no dejarte en paz, recordándote que necesita que le alimentes. ¿Quien no ha sentido más de una vez la tentación de picar algo entre horas? Esta es una de las razones más comunes que hacen a una persona ganar en peso.
Picar entre horas no tendría que ser demasiado malo si no lo hacemos siempre, y estamos a todas horas comiendo. Lo primero que debemos de tener en cuenta es que eso sucede porque no estamos del todo saciados. ¿Como solucionarlo? Haciendo cinco comidas al día en lugar de tres, algo que ya hemos aconsejado aquí en más de una ocasión. Además de desayuno, almuerzo y cena, un tentempié a media mañana y una merienda a media tarde pueden ser nuestra salvación.
¿Quiere decir esto que debemos comer más al día? No exactamente. Estas comidas «entre medias» tienen un objetivo claro: saciarnos hasta que llegue la siguiente comida «fuerte» del día, y evitar así que piquemos. Y puestos a picar, al menos que sea comida sana y nutritiva, como fruta, batidos naturales, zumos, frutos secos y ese tipo de cosas. Nada de merendar bollería industrial o cosas así. La fruta sacia mucho más que esa comida y es infinitamente más saludable.
De esta forma evitaremos la tentación de comer entre horas, o la sustituiremos por una comida más en condiciones, que le venga bien a nuestro organismo, como la propia fruta u otros alimentos saludables. Nuestro cuerpo lo agradecerá, y nosotros quedaremos saciados hasta la próxima comida, queriendo comer menos incluso en el almuerzo y la cena, lo que nos ayudará igualmente a no subir de peso, más cuando la época es tan dada a las tentaciones como el verano.
