Antes de que pudiéramos darnos cuenta, ya estamos metidos casi en el Invierno, en la época más fría del año. Los días se van haciendo cada vez más cortos, y el frío
Por ejemplo, la fruta es una alimento muy saludable y perfecto para comer durante la dieta, y además nos va a proteger mucho frente a resfriados y demás, al contar con extraordinarias vitaminas que sirven a nuestro organismo como escudo frente a esos virus que quieren colarse en él. Además de las vitaminas, otro de los componentes básicos que no debe faltar en nuestra alimentación es el hierro, que nos fortalecerá frente a los ataques de virus y a estos cambios bruscos de temperatura que se sufren en estos meses al pasar del frío exterior a la calefacción interior.
En estos meses debemos beber mucha agua, aunque parezca lo contrario, porque también se dice para el verano. Es importante estar bien hidratados, y también es importante la función diurética de estos líquidos. Un desayuno fuerte y energético nos proporcionará energía para aguantar por la mañana, el tramo más duro del día. Procuraremos cambiar el café por un zumo de frutas, ya que este es más saludable, y a la larga, la cafeína puede provocarnos fatiga y otros efectos secundarios indeseados. Así mismo, debemos «abusar» de los frutos secos, sobre todo de castañas y almendras, que contienen un gran aporta vitamínico en muy pocas calorías.