En un mundo como el actual, en el que la imagen es tan importante que muchos incluso se obsesionan con ella, entrar dentro del canon de belleza ideal, tener el peso deseado, la figura perfecta, se ha convertido en un objetivo para muchas personas, tanto hombres como mujeres. Es cierto que parece que el género femenino tiene algo más de presión en ese sentido, pero la idea de estar bien físicamente, de cuidarse y de tener una bonita figura es común a los dos sexos, y lo estamos comprobando en los últimos tiempos.
Una de las mayores obsesiones de las personas que empiezan a hacer deporte o tienen previsto hacerlo dentro de poco es bajar de peso, quemar la grasa que les sobra en sitios determinados, como las ingles, el abdomen, etc… Esta grasa se acumula de forma natural en nuestro cuerpo, que busca tener defensas por si en un momento dado nuestra alimentación se vuelve más pobre. Es como un depósito para nosotros, pero está claro que llevando una vida sana y activa, ni lo necesitaremos ni tendremos que soportar toda esa grasa que sobra, porque al fin y al cabo es un “excedente”.
Tenemos, pues, un excedente de grasa que queremos eliminar de nuestro cuerpo, y seguramente sepamos como hacerlo. Para perder esa grasa y en consecuencia, los kilos de más, hay dos pilares fundamentales que debemos seguir: comida sana y ejercicio. El ejercicio nos servirá para quemar rápidamente esas grasas, porque al activarnos, nuestro cuerpo tira de esas reservas, gastándolas poco a poco, hasta que, si lo hacemos bien, desaparecerán. Está claro que hay muchos tipos de ejercicio, y que algunas personas no están aptas para realizar según qué deportes. Pero basta con salir a caminar una hora al día, a paso ligero, para empezar a notar el cambio y de paso, recuperar la forma y el fondo físico, que nos permitirá ser mucho más activos a partir de ese momento.
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No hay que pensar en que estos alimentos “especiales” para acelerar el metabolismo son frutas exóticas o tes especiales, simplemente son alimentos que cualquier puede encontrar en la tienda, y que gracias a sus efectos, nos ayudarán a adelgazar más fácilmente. Cosas tan simples como el ajo fresco, que podemos incluir en muchos platos de nuestra dieta, las manzanas, cuya piel puede resultar muy beneficiosa para nosotros, e incluso el jengibre, algo no tan habitual por estos lares, pero si muy popular en Norteamérica. Expande los vasos sanguíneos y puede llegar a acelerar nuestro metabolismo en un 20%, con todo el beneficio de quema de grasas que eso supone.
En cuanto a especias, la pimienta picante y la canela son especialmente beneficiosas para este cometido, aunque hay gente que por alergia o por simple gusto no es muy amigo de ellas. En su justa medida, aderezando platos o postres, son una combinación perfecta. Al igual que las nueces, uno de los más sanos alimentos que podemos incluir en nuestra dieta, no solo en busca de quemar grasas, sino tratando de mejorar nuestro organismo en general. El pollo, aunque muchos lo vean como algo “engordante”, también es muy beneficioso en este sentido, y es una de las mejores carnes que podemos comer.
Desde luego, la fruta es el alimento estrella para conseguir un metabolismo más rápido que nos ayude a quemar grasas y de paso, a alimentarnos de forma sana. No solo con las manzanas, sino también con el limón, las fresas, las calabazas o los plátanos, alimentos exquisitos y muy recomendables para todo aquel que quiera llevar una vida sana. También están los copos de maíz, el trigo y la soja, cereales que nos aportarán otros nutrientes muy necesarios, a la vez que nos ayudan a adelgazar.
Combinando estos alimentos en una dieta equilibrada, tratando de evitar las grasas saturadas y sobre todo, volviéndonos más activos, caminando, corriendo, haciendo cualquier deporte, conseguiremos acabar con esa grasa que nos sobra antes de que nos demos cuenta. Solo hace falta un poco de voluntad y los resultados se verán enseguida.