Síntomas de la anemia

La sangre está compuesta por plasma y células sanguíneas, cumpliendo múltiples funciones en el organismo. Una de las principales es el transporte, fundamentalmente de oxígeno, anhídrido carbónico, sustancias alimenticias, productos de desechos y hormonas.

Los glóbulos rojos son unas células que se encuentran en gran cantidad en la sangre, tienen forma de disco bicóncavo y su función es el transporte de oxígeno.

El transporte de oxígeno ocurre desde los pulmones donde los glóbulos rojos se cargan con oxígenos y lo transportan a través de la sangre hasta los tejidos, donde este vital gas es liberado. Ninguna célula del cuerpo puede vivir sin oxígeno, el cual debe aportarse de manera permanente. El oxígeno permite obtener energía a las células para funcionar completamente.

La hemoglobina es la sustancia contenida dentro de los glóbulos rojos que capta el oxígeno para su transporte. A través de un examen paraclínico se puede conocer el valor de hemoglobina que posee la persona. Los valores normales varían según la edad de la persona, sexo y si está embarazada.

Se denomina anemia a un problema de salud en que la concentración de hemoglobina está por debajo de lo normal para su sexo y edad. Los valores de hemoglobina de referencia varían según las pautas de cada país e institución médica.

En caso de tener los valores de hemoglobina en sangre disminuidos van a aparecer múltiples síntomas de la anemia, que pueden tener manifestación variable según la tolerancia de cada persona.

El cansancio es de los primeros síntomas de la anemia que aparecen; la persona no tiene fuerza ni ganas de hacer las cosas que habitualmente realizaba. Este síntoma aparece de forma progresiva a lo largo del tiempo.

Los mareos son síntomas de la anemia clásicos especialmente cuando la persona esta acostada o sentada y va a levantarse. Son de breve duración y su causa se debe a la disminución en el aporte de oxígeno de forma rápida.

La persona puede tener dolor de cabeza difuso leve o moderado varias veces al día, se puede acompañar de falta de concentración. En las personas que deben realizar un trabajo mental notarán una disminución marcada en su rendimiento laboral a causa de la anemia. Incluso algunas personas refieren como una somnolencia que les dura todo el día, a pesar de haber dormido bien la noche anterior, como tener una lentitud para pensar y tomar decisiones.

Un síntoma de la anemia en casos más severos es la falta de aire, es decir, que la sangre y los pulmones no pueden aportar la suficiente cantidad de oxígeno a todas las células del cuerpo para cumplir sus requerimientos. La persona siente una sensación de que el aire no le ingresa a los pulmones por más que haga esfuerzo. Este síntoma de la anemia se incrementa cuando la persona realiza actividad física aeróbica, en que las demandas de oxígeno se incrementan rápidamente. Además pueden aparecer palpitaciones, es decir, la sensación de que el corazón late mucha mayor cantidad de veces que lo habitual. Estos síntomas generan gran nerviosismo en la persona, siendo uno de las principales causas para la consulta al médico.

Algunas manifestaciones no sólo van a ser identificadas por el paciente sino por su entorno como lo es la palidez de piel y mucosas, que se manifiesta por una coloración blanca de la piel por pérdida de su color rosado habitual e incluso labios y mucosa ocular mucho más claros.

En personas con una anemia de más tiempo de evolución puede aparecer fragilidad capilar, pero es un síntoma que puede pasar desapercibido para el paciente.

Existen algunos síntomas de anemia más inespecíficos que pueden presentarse en algunas personas como son estreñimiento, es decir, dificultad para movilizar materias normalmente y hormigueo en los brazos y piernas.

Hay que tener en cuenta que los síntomas de la enfermedad en cuestión varían ampliamente de una persona a otra, no siempre hay relación entre el valor estudiado de hemoglobina en sangre con los síntomas presentes. Cada persona tiene un nivel de tolerancia que determina que una persona con 8 gramos de hemoglobina por decilitro de sangre tenga menos síntomas de anemia que otra con 10 gramos de hemoglobina. Esta característica forma parte de la variabilidad de cada organismo en su funcionamiento y en la tolerancia de un problema de salud.

También hay que tener en cuenta que una anemia adquirida rápidamente, por ejemplo, por una hemorragia rápida por un golpe, causará gran cantidad de síntomas por la dificultad que tiene el cuerpo de contrarrestar el descenso marcado de la hemoglobina.

En cambio, si la adquisición de la anemia se hace de forma progresiva, la hemoglobina va decreciendo un gramo por decilitro de sangre al mes, el organismo de la persona se va acostumbrando a vivir con el valor descendido. Las anemias crónicas son mucho mejor toleradas, porque llevan a una adaptación del funcionamiento del sistema  cardiovascular, pero hay que tener en cuenta que un evento agudo como un hemorragia puede ser completamente desestabilizante para la persona.

Los síntomas de la anemia, las cuales se van adquiriendo a lo largo de varios meses, por una pérdida continua pero pequeña de sangre, llevan a que la persona tenga dificultad para identificar lo que le sucede. Si la persona lleva una vida agitada seguramente asocie su sintomatología a problemas de cansancio o estrés vinculados a su mundo laboral o personal. Por este motivo es deseable un control médico habitual y la realización de exámenes de sangre para descartar cualquier problema de salud como la anemia.

En caso de presentar algunos de los mencionados síntomas, la persona deberá consultar con un profesional médico que solicitará un hemograma para saber el tipo de anemia que posee el paciente. De esta forma se podrá comenzar no sólo el tratamiento de la anemia sino en la búsqueda de su causa, las cuales pueden ser múltiples. En algunas situaciones una anemia es traducción de una enfermedad mayor y más compleja, que el médico deberá descartar. El equipo de salud sabrá los pasos a seguir en cada persona que presente síntomas de anemia.