El buen tiempo está a la vuelta de la esquina y con él la famosa operación bikini. Es en esta época del año cuando empezamos a vernos gordos y gordas y cuando nos entran las prisas por adelgazar de manera inmediata, pues aceptamos que no cumplimos el objetivo que nos marcamos el día de Nochevieja: no picar entre horas y hacer deporte. Es ahora cuando nos disponemos a adoptar dietas y remedios rápidos.
La primera de las opciones que barajamos es la de nutrirnos sólo de fruta y abundante líquido a base de preparar una infusión. Todo esto es muy positivo, pero no debemos descuidar que nuestra dieta también debe ir acompañada de otro tipo de alimentos que nos aportan vitaminas y componentes necesarios para nuestro organismo. Por eso, cuando únicamente comemos fruta podemos caer en una fuerte desnutrición y además, es más fácil recuperar los pocos kilos que se hayan perdido. Por tanto, conviene buscar el equilibrio perfecto y consultar a nuestro médico o a un nutricionista que nos pueda ayudar verdaderamente a optar por una dieta sana y equilibrada.
Así
En este sentido, es necesario recalcar que conviene comer productos dulces para no sufrir bajadas de azúcar y no por ello vamos a engordar, para lo cual vendría muy bien realizar algún tipo de ejercicio que nos guste y nos motive realmente, para que de esa manera, no lo dejemos a la primera de cambio y mantengamos nuestro interés por no caer en una rutina demasiado sedentaria.
A su vez, estaríamos consiguiendo que las personas obsesionadas en perder peso no caigan en enfermedades tan horribles como la anorexia y la bulimia, que pueden llegar a causar la muerte. Se trata, en suma, de evitar unas consecuencias negativas que tienen una solución y una prevención más fácil de lo que podemos pensar. Si asumimos con normalidad que los especialistas nos pueden ayudar a perder peso, empezaremos a ver con peores ojos aquello de tomar decisiones radicales que nos pueden llevar a padecer enfermedades severas para nuestra salud.
Fuente de la foto: Dirk Wenzel