La espinaca
Si el esencial de su aporte energético está garantizado por sus glúcidos, proporciona la cantidad de proteínas relativamente importante para una verdura fresca. Los lípidos, sin embargo, no están presentes más que en estado de trazas.
Autor: EvolvingScenes-PixabayRica en vitaminas A, vitamina B9, y vitamina K, la espinaca también dispone de buenas cantidades de vitamina C, B6 y un poco de vitamina E. Constituye una buena fuente de minerales y de oligoelementos, y contiene mucho hierro, magnesio, calcio, potasio, cobre, zinc, yodo, selenio.
Sus hojas están compuestas de muchos antioxidantes, y ofrecen fuertes concentraciones de luteína, zeaxantina, así como ácido ferúlico. Sus fibras son abundantes y están compuestas en su mayoría de celulosas y de hemicelulosas.
Los nutricionistas recomiendan consumir cada día al menos 5 porciones de frutas o de verduras, y beneficiarse al máximo de su variedad estacional.
De forma general, las vitaminas, compuestos antioxidantes y fibras contenidas en las frutas y verduras, juegan un papel protector significativo para la salud. Muchos estudios han demostrado que un consumo alto de verduras y frutas puede reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, un cáncer, así como otras enfermedades crónicas.
El consumo frecuente de espinacas estaría concretamente asociado a una baja posibilidad de desarrollar un cáncer de mama o de esófago. Los alimentos ricos en luteína y zeaxantina contribuyen igualmente a reducir el riesgo de degeneración macular.