El sobrepeso y la obesidad conllevan graves consecuencias para la salud. Los riesgos aumentan progresivamente con el IMC. Un índice de masa corporal alto es un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas como:
Autor: geralt-Pixabay- Enfermedades cardiovasculares como los accidentes vasculares cerebrales, que son la primera causa de mortalidad en el mundo,
- la diabetes, que ha tomado rápidamente las proporciones de una epidemia mundial. La OMS prevé que las muertes debidas a la diabetes aumentarán en más del 50% en el mundo a lo largo de los 10 próximos años,
- los problemas músculo-esqueléticos, en particular la artrosis,
- algunos tipos de cáncer de seno y de colon,
- cuando la obesidad es severa, se constatan igualmente apneas del sueño y patologías ortopédicas,
- las adolescentes presentan normalmente problemas endocrinos de pubertad precoz.
La aparición de la obesidad desde la infancia conlleva un riesgo de sobremortalidad en adultos de un 50 a un 80%. Este riesgo de sobremortalidad suele ser de origen cardiovascular y afecta esencialmente a los chicos. Estas cifras son particularmente inquietantes cuando se sabe que si la obesidad aparece antes de la pubertad, el riesgo de persistencia en la edad adulta es del 20 al 50% y del 70% para después de la pubertad. Una correlación también se ha observado entre obesidad y estado de estrés o de falta de atención en el niño. La estigmatización de la obesidad puede ser igualmente el origen de problemas graves.
Mientras que las enfermedades infecciosas y la desnutrición continúan asolando, los factores de riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad y el sobrepeso aumentan rápidamente, sobre todo en medios urbanos. No es extraño constatar a la vez desnutrición y obesidad en un mismo país, en una misma comunidad, o en un mismo hogar. Esta doble carga procede de una mala nutrición del feto, del niño y del adolescente, por el consumo de alimentos ricos en grasas, muy calóricos y pobres en micronutrientes y por una falta de ejercicio físico.
