Una alimentación balanceada implica consumir alimentos de todos los grupos, de esta forma la misma será diversa, aumentando la probabilidad de recibir todos los nutrientes esenciales para el organismo.
Las frutas
Las frutas cítricas aportan gran parte de la vitamina C que requiere diariamente el organismo, además de que su consumo potencia la absorción de otros minerales como el hierro y el selenio. Por esta razón, es deseable consumir una fruta cítrica diariamente, de no ser posible, incluir 3 a lo largo de la semana.
La vitamina C es una sustancia fundamental para el sistema inmunitario que nos protege contra las infecciones externas, su nivel adecuado posibilita que nuestros glóbulos blancos, encargados de la protección y defensa realicen su trabajo en mejores condiciones. Superando el consumo mínimo de vitamina C diario podremos enfermar menos, especialmente durante el invierno.
Esta sustancia también está presente en el resto de las frutas y verduras pero en una proporción mucho menor. Los suplementos vitamínicos como ya hemos visto en Gorda la contienen en dosis elevadazas asegurando su adecuado aporte.
Es necesario un adecuado consumo de vitamina C cuando estamos adelgazando para contribuir al gasto energético y la quema de grasas. Esta sustancias también interviene en el metabolismo energético de las células, su poder oxidante contribuye a quemar las grasas.
Las frutas cítricas pueden ser incluidas en una amplia variedad de preparaciones alimenticias logrando que toda la familia las consuma. Además de las mismas se puede producir jugo natural de naranja que aporta casi todos los mismos beneficios que consumir directamente la fruta.
Los mejores momentos para su consumo es por la mañana o alejado del resto de las comidas, de esta forma se obtendrán todos los beneficios del aporte de la vitamina C que contiene.